jueves, 24 de septiembre de 2015

Origen de la expresión "Ser un pintamonas"

Empleamos el término "pintamonas" al referirnos a alguien que tiene poca trascendencia a pesar de presumir de ella o al hablar de un pintor de poca monta. También se utiliza el modismo "pintar la mona", derivado del primero, con el sentido de holgazanear, hacer el vago.
Sirvan como ejemplos: "Mira Miguel, va de jefe y es un pintamonas" o "Elvira se pasó toda la jornada pintando la mona".


No se conoce el origen concreto del vocablo en cuestión, pero Calderón de la Barca en su comedia "El escándalo de Grecia contra las Santas Imágenes" (1659) ya lo utilizaba al escribir:
"Que hay algunos, que en su afán tan pinta-monas salieron, que parece que aprendieron a pintar en Tetuán", en referencia a ciertos pintores mediocres.


Otra reseña posterior aparece en 1904 en el semanario humorístico llamado "Monos" (el que podría considerarse el precursor del tebeo) donde por primera vez se concreta el término, usado para definir a los artistas que realizaban viñetas y caricaturas en clave de humor crítico, con la incorporación de breves textos o comentarios. Este último tipo de grafismo ya se había extendido previamente a la prensa escrita.
Quizás por el hecho de tratarse viñetas individuales, las cuales suponían poco trabajo, sumado al apelativo de "pintamonas", se pudo amasar la expresión "pintar la mona" con el sentido de hacer el vago.

Con el tiempo el significado inicial no ha variado y se han añadido las acepciones previamente comentadas y así han llegado a nuestros días.

Semanario humorístico Monos

viernes, 11 de septiembre de 2015

Origen de la expresión "Tener monos en la cara"

Utilizamos este modismo, empleado generalmente como pregunta, al estar molestos cuando alguien se queda mirándonos fijamente. Por ejemplo: "¿Por qué tanto mirarme?, ¿qué pasa?, ¿que tengo monos en la cara?"

El origen de esta expresión, que viene de antiguo, nada tiene que ver con los simios y sí con la palabra "momo". 
Dice la RAE que "momo" es un "gesto, figura o mofa que se ejecuta regularmente para divertir en juegos, mojigangas y danzas" y es que tal vocablo viene del nombre del dios griego de la burla y el sarcasmo, (además de ser el dios de los escritores y poetas) llamado Μῶμος (Momos). 
El uso correcto por lo tanto era "tener momos en la cara" pero como tantas otras expresiones, por desconocimiento el pueblo creyó oír la palabra más parecida fonéticamente: "monos", y que a la vez tenía cierto sentido en contexto y con ella se quedó.
Finalmente ha llegado así hasta nuestro días con el significado conocido.

Representación del dios griego Momos